Concluido el torneo, y tras la obtención del Bicampeonato, va mi análisis general del equipo e individual de los jugadores.
El equipo
Boca dominó el torneo de punta a punta logrando el décimo bicampeonato de su historia. El equipo atravesó diversos momentos: tuvo un arranque espectacular, logrando 8 triunfos al hilo en los que marcó una enorme superioridad sobre sus rivales (por ejemplo, le hizo 4 al subcampeón Godoy Cruz y le ganó a River en su cancha) gracias a la conducción de Gago, los goles de Benedetto, la explosión de Pavón y el acompañamiento de Pablo Pérez y Cardona. En ese lapso se vio un funcionamiento aceitado, basado en un fútbol ofensivo de mucho toque. Defensivamente el equipo apareción bien parado, recibiendo apenas dos goles en 8 partidos.
Pero las lesiones consecutivas de Gago y Benedetto empezaron a complicarle el funcionamiento y terminó la primera mitad del torneo con lo justo. Hubo partidos en los que faltó la dupla central, en otros no estuvo Barrios, y sobre el final del torneo hubo que poner a Vadalá de 9, porque no había ni recambio del recambio. A pesar de eso, Boca sacó esos partidos adelante en base a su voracidad ofensiva y a que siempre había alguna individualidad a mano. Pero las lesiones fueron una constante durante todo el torneo y en la volteada cayeron jugadores claves como Barrios y Pablo Pérez entre otros.
El segundo segmento del torneo estuvo marcado tanto por las ausencias como por el regreso de Tévez. El 32 no aportó demasiado y de hecho generó problemas a un equipo que si tenía que cambiar su forma de jugar -forma de jugar que había andado fenómeno- por él, debía ser a cambio de un salto de calidad que el jugador suponía brindar. Eso no existió y la merma en el rendimiento se acentuó cuando empezó la doble competencia. No tanto por un tema físico -Boca ganó o empató una decena de partidos claves en los últimos minutos- como por los malos resultados conseguidos en la Copa, que afectaron la solidez del equipo.
Sin embargo, y a pesar de la feroz campaña antiBoca de los medios, el Xeneize nunca perdió la punta y tampoco estuvo cerca de hacerlo, manteniendo siempre una diferencia de al menos cuatro puntos con sus perseguidores. Esa regularidad es un mérito indiscutible que sumados al resurgimiento de un Pavón en llamas y un Wanchope que apareció en el momento justo, le dieron un título inobjetable.
Los jugadores
Rossi: A favor tiene una gran personalidad. El pibe tiene 22 años, se hizo cargo del arco de Boca y no dudó. Hasta el de Palmeiras, no se hizo ningún gol él y mantuvo el cero en su arco en muchísimos partidos. En contra, no le veo condiciones demasiado destacables: no es rápido de piernas, no hace suya el área, no es fuerte ni rápido en los mano a mano, no anticipa las jugadas y tampoco es un dechado de reflejos. Para mí es un buen suplente, no más que eso.
Jara: Un jugador de la escuela pincharrata con todo lo mejor de ella. Es versátil, tiene garra, mucha concentración, muy táctico, prioriza defender sobre atacar y encima es muy bostero. Ataca menos que Peruzzi, pero defiende mucho mejor. Lo banco mucho.
Goltz: Fue de mayor a menor. Pareció solucionar muchos problemas de la defensa, ordenándola, entendiéndose con Magallán y siendo muy sobrio. Después empezó a mostrar algunas fragilidades, además de las lesiones. De todas maneras, lo prefiero a Vergini, pero hay que buscar al menos un central de mucha categoría.
Magallán: Lo banco. Es rápido para cerrar y anticipar, usa bien el cuerpo, va bien de arriba, es fuerte pero leal. También muestra mucha concentración. Le falta con los pies, pero con un buen 2 atrás, rinde mucho.
Fabra: Le trajeron a Silva y a Mas y ninguno le pudo sacar el puesto. Eso no es casual. Mejoró en la marca y la concentración, y en ofensiva -ahora ataca menos eso sí- es clave.
Pablo Pérez: Caso polémico si los hay. No voy a meterme con el tema de su festejo con Talleres y si debería o no seguir en Boca. Lo cierto es que sigue, así que analizo su aporte futbolístico, que sigue siendo importante para Boca. Es un jugador complementario al que la lesión de Gago lo puso en un rol de eje futbolístico. No lo es. El tipo está para acompañar la conducción de otros y cuando eso ocurre es cuando más brilla. De todas maneras termina siendo importante siempre. Por goles como el de Talleres o el de Gimnasia, o por pases como el de Pavón o el de Wanchope. Si se queda en Boca, para mí es titular hasta que encuentre uno que lo haga mejor.
Barrios: Esencial. Terminó siendo clave sobre el final del torneo anterior. Y ratificó por completo en este, donde cuando él no está, Boca no gana. Ordena todo y hace que Boca sea un equipo.
Gago: Su presencia es tan determinante que Boca fue avasallante cuando él estuvo, y le costó bastante más cuando él faltó. Como puse en mi comentario del partido de hoy: hace jugar. Genera sociedades, potencia la circulación de la pelota, entiende el juego. Y la pide siempre.
Cardona: Es un jugador de condiciones técnica snotables, puesto a jugar en un puesto que no es el suyo. Cuando ha podido salirse del arrinconamiento en la izquierda ha mostrado su mejor repertorio. Tiene personalidad, técnica, panorama, pegada y gol. Es lento físicamente, pero un tal Román nos mostró que eso no importa cuando sos rápido de la cabeza. Me da la sensación de ser medio lagunero, lo cual no sirve para hacerse cargo del equipo.
Pavón: Lo banqué, lo banco y lo seguiré bancando. Se lo critica mucho por "ponerse el balde", pero hay veces que nos olvidamos de la edad que tiene y que es un jugador que ha ido madurando en velocidad desde mediados de 2016, es decir menos de dos años. Es crucial. Como todo wing, su juego se basa en la apuesta permanente. Puede no salir, pero sabés que cuando sale es medio gol. ESO es lo que importa. Y encima ayuda a todos porque tiene diez pulmones.
Benedetto: Un fenómeno. Repleto de recursos técnicos, gran jugador cuando lo hace de espaldas, astuto, con clase, letal en el área... Si no se hubiese lesionado dudo que hubiese seguido en Boca después del Mundial...
Sara: Solo pudo atajar hoy y lo hizo bárbaro. Para mí es mejor arquero que Rossi. Más armado, con más rodaje y más técnica.
Buffarini: Para mí debió venir antes a Boca. Ahora medio se le pasó el momento. Jugó mucho como volante y solo aportó barullo. De lateral anduvo un poquito mejor, pero todavía está en deuda.
Vergini: Más allá de todo lo horrible que sabemos que es, cuando entró en las anteriores lesiones de Goltz brindó la inseguridad esperada, pero en este último tramo del torneo con más continuidad lo suyo fue al menos digno.
Heredia: Jugó un par de partidos y no mostró mucha seguridad que digamos.
Mas: Lo trajeron para meterle presión a Fabra y ese fue su mejor aporte. Sus rendimientos anduvieron entre cumplir y hacerlo mal. No descolló en ningún partido.
Nández: Cuando llegó me recordó al Blas de 89/90: mucha garra, mucho quite y encima terrible dinámica para aparecer en el área contraria. Pero se fue diluyendo en barullo importante. Es un jugador que claramente necesita orden, ese orden debe dárselo el esquema, los compañeros y el técnico. Hoy por hoy, en MI equipo no es titular.
Sebastián Pérez: Muy relegado tras volver de su lesión, apareció sobre el final por necesidad extrema y no desentonó. Más batallador que en sus primeros pasos xeniezes y con un buen pase asegurado.
Reynoso: Se tiene que fortalecer físicamente, pero condiciones le sobran. Pegada exquisita, panorama e inteligencia táctica. Puede armar grandes sociedades con Pavón y Cardona. Es pibe todavía, hay que potenciarlo y aprovecharlo.
Tévez: Ilusionó en sus tres o cuatro primeros partidos con que podía llegar a un nivel seis puntos que le rindiese al equipo. Pero de ahí en más fue la nada misma, en la versión que se le vio en China: intrascendente, lento, ex jugador.
Espinoza: Recibió bastantes chances apenas llevó. Pintaba como un velocista estilo Pavón, lo que había mostrado en Huracán. Pero se diluyó en una intrascendencia exasperante. Mucha sensación de que la camiseta le pesó toneladas.
Wanchope: A pesar de que claramente el técnico no lo quería, se la bancó, esperó su chance y terminó siendo crucial en el tramo definitorio del torneo: tres pases gol para tantos claves (Jara, y dos de Pablo Pérez), más seis tantos propios, algunos de ellos cruciales.
Maroni: Demasiados pocos minutos para un pibito que claramente tiene condiciones y personalidad. Difícil de entender.
Benítez: Demasiados minutos para un jugador que supone ser dueño de una gambeta desequilibrante... que no mostró nunca. La fortuna le sonría a algunos: no solo Junior juega en Boca, sino que salió bicampeón. Ferrero, Potente y Comas se la deben querer cortar con una cerealita mojada...
Bou: El pibe es técnicamente limitado y en cuanto piensa se equivoca. Pero tiene olfato y es muy bostero. Me cae bien.
Vadalá: Lo pusieron a jugar de 9 y cumplió con un gol. Jugó poco.
Almendra: Dicen que es enganche o volante creativo de muy buena técnica. Por ahora no demostró nada de eso.
Chicco: Apenas un partido y minutos. Por lo que se ve es un proyecto de buen cinco, pero hace falta verlo más.
Mi equipo del torneo: Rossi; Jara, Goltz, Magallán, Fabra; P. Pérez, Barrios, Gago, Reynoso; Pavón, Benedetto.
ALBERTO MORENO