NOVEDADES

BOCA ES NUESTRO PROGRAMA DEL 27-12-2018



Les dejamos el último programa de "Boca es Nuestro" del año con la actualidad del club y un resumen de las distintas disciplinas que compitieron a lo largo de este año. Nos reencontramos en febrero en un año cargado porque en noviembre/diciembre serán las elecciones que terminaran con el mandato de Angelici y con renovadas esperanzas que Boca retome el camino que nunca debió haber dejado. Felices fiestas  para todos y recuerden que de La Bombonera no nos vamos y que Boca nunca va a ser una Sociedad Anónima. Hasta el año que viene y chau, felicidades!

Lo que se dijo en el programa:

Claudio Giardino: Angelici es un fracaso. Boca invierte millones en inferiores y tiene que ir a comprar pibes de 16 años a Sportivo Italiano".

Claudio Giardino: "Macri vendió la Candela en 350,000 dólares y después Boca terminó pagando en alquileres por el mismo predio más de 3 millones de dólares".

Martín Herrera
: "Burdisso hoy se juntó con los pibes que viven en la pensión de Boca, les contó su proyecto y les dio una charla motivacional".

Claudio Giardino: "Hay mucha desconexión en Boca entre lo que se forma en las inferiores, lo que necesita la Primera y lo que compra el presidente".

Claudio Giardino: "Todos los balances la comisión fiscalizadora pone una aclaración que Boca viola el estatuto comprando más de 4 jugadores por año. Esa condición la puso Mauricio Macri y ni él mismo la cumplió".

Claudio Giardino: "A los jugadores de inferiores de Boca le piden que tengan cierto representante para firmarles el contrato profesional. Si no nos creen, pregúntenle a Komar por qué se tuvo que ir de Boca".

Beto Moreno: "En el mal año de Boca hay una cuestión interna y una cuestión externa. Desde afuera la comisión directiva nos entregó de pies y manos siempre a los favores que le hacían arriba. Desde adentro, el técnico era incapaz de leer un partido ni armar un banco".

Beto Moreno: "Yo a Balerdi le estaría dando la 6 hoy mismo. Creo que con la columna vertebral que hay se puede armar un equipo más pillo".

Beto Moreno: "Pavón es un jugador recuperable. Antes del Mundial terminó poniéndose el equipo al hombro. Debe estar fundido física y mentalmente".

Beto Moreno
: "Todos los referentes de este plantel tiene su ciclo cumplido en Boca. Tanto Tevez, como Gago, como Pablo Pérez".

El básquet con Martin Marzolini:

"Boca está teniendo una defensa un poco floja en la pintura, pero tiene una buena defensa en el perímetro, lo que le permitió llevarse 4 de los últimos 5 partidos".

"Preocupa el estado de Flor que no se sabe para cuanto tiene. Sansimoni en poco tiempo estará a disposición de Narvarte"

El futbol femenino de la mano de Vanesa Raschella
:

"El balance del fútbol femenino es positivo en cuestión de números, desempeño e incorporaciones que tuvo Boca. Quedó pendiente el sueño de que Las Gladiadoras jueguen en la Bombonera".

"La gente acompañó al equipo a pesar de que desde la Supercopa 2015 las Gladiadoras no ganan un título. Se armaron su propio público y por suerte hoy las redes le dan mucha visibilidad".

"Otra cosa positiva a destacar es que Boca ya tiene armado su equipo de reserva. Es fundamental que el club tenga un espacio formativo más serio que se tiene ahora".

Mariano Reverdito con todas las novedades del polideportivo
:

DIVISIONES JUVENILES
: El delantero de la Séptima División Exequiel Zeballos firmó su primer contrato con el club y estará ligado a la institución hasta 2022. Nació el 24 de abril de 2002 y llegó a Boca en 2014.

FUTSAL: Ayer, Hernán Garcías dejó de ser el entrenador el primer equipo de Fútsal de Boca Juniors. En tres años de trabajo ganó el Campeonato de Primera División 2017 y la Supercopa 2018. Aún no se definió quién será su reemplazante. A partir del próximo año, Garcías seguirá ligado al fútsal de Boca Juniors, pero desde otra función: se desempeñará como Manager.

VOLEY FEMENINO: El equipo que dirige Eduardo Allona ya tiene una baja confirmada para el próximo año. Se trata de la punta Eugenia Yasmín Nosach, quien está en Boca desde 2008.

El cierre a cargo de Claudio Giardino

"Hay temas que en muchos medios no se habla. Empezando por la defensa de nuestra casa, La Bombonera. El año que viene van a hacer un nuevo intento por hacer el estadio nuevo dejando de lado los proyectos de ampliación". "Otro tema que tratamos es la cantidad de empresas vinculadas a Boca que se quedan con recursos que le corresponden al Club. El principal ejemplo es el Museo de la Pasión Boquense, donde van muchísimos turistas todos los días". "Otro tema es el precio de los abonos. Los mismos aumentan muy por encima de la inflación, y después en el balance vemos que más del 50% de los recursos que ingresan al club vienen de exprimir al socio".  "El año que viene también van a insistir con el tema de las Sociedades Anónimas Deportivas. Vamos a tener que estar atentos, si ellos vuelven a la carga con el proyecto, nosotros vamos a seguir sosteniendo que los clubes deben estar en manos de sus socios".




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Boca es Nuestro" Todos los jueves de 18.30 a 20.00 hs por Radio Sentidos. El equipo está conformado por Claudio Giardino, Fernando Burruso y Eduardo Eliaschev en la conducción. Los columnistas que cubren las principales actividades de nuestro Club son Martín Marzolini en básquet, Vanesa Raschella en futbol femenino, Martín Herrera en fútbol profesional, Jacqueline Vezzosi en divisiones inferiores fútbol masculino, Mariano Reverdito en el polideportivo, y el invalorable aporte de Alberto Moreno recordándonos de dónde venimos en cada hecho histórico de nuestro Club. Con la producción de Leo Zallio, Fernando Burruso Gonzalo Rossi y Martín Herrera. -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------



BOCA ES NUESTRO PROGRAMA DEL 20-12-2018



Les dejamos el programa de ayer de "Boca es Nuestro", ante último del año, con todo lo que dejo esta complicada semana de Boca. Y como no podía ser de otra manera con un fuerte análisis del presente de Boca Juniors y lo que se viene con protagonistas que aún no entendieron que significa pertenecer a Boca. También el futbol femenino de la mano de Vanesa Raschella con una nota a la jugadora Catarina Taker y el polideportivo con Mariano Reverdito y la entrega de los premios Xeneizes 2018.





Lo que se dijo durante el programa:

Claudio Giardino: "Es un disparate que le firmen a Burdisso por 2 años, si a esta dirigencia le queda solo un año de mandato".

Claudio Giardino
: “Es una falta de respeto que piensen en Mohamed y Garecca como DT. Estamos hablando de gente que boicoteó a Boca".

Martin Herrera: "Pablo Pérez habla en el canal que sus mismos compañeros denunciaron como cómplice de la dupla Conmebol-River".

Martin Herrera: "Es increíble que Pablo Pérez se haya lesionado a los 10 minutos y el Mellizo no se haya dado cuenta. En lugar de sacarlo en el segundo tiempo lo infiltró".

Martin Herrera: "Se reunieron Nicolás Burdisso y Daniel Angelici, y definieron que el técnico a ir a buscar es Gustavo Alfaro. Van a empezar las reuniones con Boca y también con Huracán, ya que aún tiene contrato".

El Básquet:

El Xeneize volvió a ganar en su segunda presentación de la temporada 2018/19 de la Liga Nacional de Básquet tras derrotar a Peñarol de Mar del Plata por 79 – 77. Luego triunfó en un partidazo ante Quilmes de Mar del Plata en la Bombonerita por 82 – 81. En el cuarto partido del torneo, perdió ante Hispano en condición de local por 55 a 52 y se cortó una racha de tres victorias en fila. (Anoche en el quinto partido de la temporada el Xeneize la gano a Estudiantes de Concordia por 78 a 60).

Claudio Giardino: "Veo que el actual tiene serios problemas defensivos. No sé si será falta de trabajo o hay otro problema". "Hace rato que venimos diciendo que Boca necesita un 5, pero el técnico dijo que con lo que tenía se arreglaba".

Eduardo Eliaschev
: "Boca tiene un equipo para pelear en mitad de tabla, pero de ninguna manera tiene equipo para ganar la Liga".

Vanesa Raschella y la nota a Catarina Taker:

Catarina Taker
: "A Mica Cabrera le gusta mucho Lionel Messi, así que le copió un poquito la definición a él".

Catarina Taker
: "Siempre es importante ganarle a River, pero no lo tomamos como una revancha, porque hace varios años que le venimos ganando".

Catarina Taker
: "Estamos trabajando partido a partido para poder campeonas con el club".
Martin Herrera: "Hay que darle valor a lo que están logrando las chicas de Boca Futbol Femenino y las Guerreras de Vóley y dejar de lado la comparación con el fútbol masculino"

Catarina Taker: "Nuestro deseo es poder ganar el campeonato y también clasificar a la Copa Libertadores del año que viene. Nosotros dejamos todo por nuestra camiseta".

Catarina Taker: "Ojalá el fútbol femenino pueda seguir creciendo y un día de estos cumplamos el sueño de jugar en La Bombonera".

Mariano Reverdito con el polideportivo y los premios Xeneizes 2018
:

"El fútsal fue subcampeón de la Liga Nacional. En semifinal venció a Gimnasia y Esgrima de la Plata por 4 a 2. Luego lamentablemente sufrió una derrota por 3 a 2 frente a Villa La Ñata".

"La Karateca Xeneize Sol Elena Giménez Melian Lanifur se quedó con el Premio Xeneize de Oro
".

El cierre del programa de la mano de Claudio Giardino: "No sería raro que en estos 3 días hábiles que quedan salga algún fallo que dé el puntapié inicial para construir un estadio nuevo en los terrenos de Casa Amarilla". 
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Boca es Nuestro" Todos los jueves de 18.30 a 20.00 hs por Radio Sentidos. El equipo está conformado por Claudio Giardino, Fernando Burruso y Eduardo Eliaschev en la conducción. Los columnistas que cubren las principales actividades de nuestro Club son Martín Marzolini en básquet, Vanesa Raschella en futbol femenino, Martín Herrera en fútbol profesional, Jacqueline Vezzosi en divisiones inferiores fútbol masculino, Mariano Reverdito en el polideportivo, y el invalorable aporte de Alberto Moreno recordándonos de dónde venimos en cada hecho histórico de nuestro Club. Con la producción general de Leo Zallio, Fernando Burruso y Martín Herrera. -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------





MI QUERIDA BOMBONERA, una historia de amor. Por NICOLÁS BURDISSO


El nuevo mánager de Boca, publicó una nota en The Players Tribune en la que contó lo que significa para él la cancha de Boca. Nuestra Bombonera...

Te voy a contar una historia de amor. Pero no es la típica historia de amor. Es sobre un estadio. Y sabés qué, es el estadio más especial de todo el mundo: La Bombonera. Vas a escuchar a mucha gente que dice lo mismo, y creeme, en mi opinión, están en lo cierto. La cancha de Boca es simplemente… diferente.

Como muchos de ustedes, yo fui uno de esos turistas que fueron a Buenos Aires a visitar La Bombonera, ¿sabías? Tenía 13 años. Todavía me acuerdo de la primera vez que la vi. Era la vieja Bombonera, antes de las reformas, y estaba completamente vacía, pero inmediatamente sentí el mito de Boca ahí adentro.

Era mi primera vez en la capital de Argentina.

Yo soy de un pueblo muy chico en la provincia de Córdoba, Altos de Chipión. Es el pueblo perfecto para ser un chico. Son 1.500 personas, todos sabían todo de todos, y la vida del pueblo en sí pasaba por 10 cuadras por 10 cuadras. Todo empezaba ahí y todo terminaba ahí.

En el interior del país, las familias suelen ser hinchas de los clubes grandes, aparte de los equipos de la zona. Mi familia siempre fue de Boca. Para mí, Boca era algo más que un club. Era el club del que yo era hincha. Yo jugaba al fútbol todo el tiempo, pero verme en Boca era algo inalcanzable, un sueño que no me podía permitir tener.



Boca es el club más grande de la Argentina, pero no te creas que era fácil en aquellos tiempos. Los años 80, los de mi niñez, fueron años difíciles para el club. No ganaba títulos y había otro tipo de problemas. Me acuerdo de mi primera camiseta. La de la Supercopa que ganamos en el 89, que fue el primer título que viví. La amaba. Fue un regalo de mi papá. Fue la primera de varias que tuve. Después tuve la del 92, la del 94…

Yo quería ser volante central. Número 5. Cada chico de Argentina soñaba con ser como Fernando Redondo. Pero yo también seguía a los jugadores de Boca. Había llegado Claudio Marangoni. También estaba Blas Giunta. El verdadero mito era El Diego—Maradona— pero también admiraba al Cabezón Ruggeri. Pero mi verdadero ídolo, el héroe número uno, era Burdisso. Enio Burdisso.

Mi viejo, Enio, era futbolista. Un marcador central de los de antes, duro. Jugó un año en Instituto y pasó por varios clubes como jugador y después como técnico. Yo lo seguía a todos lados, me escabullía en el banco, en el vestuario. Me encantaba el fútbol. Cada cosita del fútbol. Y yo también jugaba, y lo estaba haciendo bastante bien, en los torneos de la zona.

La vida de cualquier niño en un pueblo así es perfecta. Lo único que tenés que hacer es jugar al fútbol. No hay peligros, nada de lo que preocuparse. Pero algo pasó. Algo que pasa en las vidas de muchos chicos de Argentina. Cuando tenés 13 o 14 años, necesitás tomar una decisión.


¿Vas a intentar hacer una carrera en el fútbol? Si la respuesta es sí, entonces te tenés que ir. Dejar al pueblo perfecto. Dejar a tu familia. Digo 14 años, porque es cuando yo decidí irme. Hablé con mi viejo, que se movió con todo para conseguirme una chance, y así surgió la oportunidad de ir a una prueba en Newell’s Old Boys. En los años 90, eso significaba mucho, Newell’s era un punto de referencia. Eran casi cuatro horas desde casa, pero haber quedado fue cumplir un sueño. Era el lugar en el que quería estar.

En el primer año, la sensación de soledad es insoportable. Estás solo, viviendo con otros chicos, y al mismo tiempo empezás a pensar en las cosas que te estás perdiendo, las cosas que están haciendo tus amigos, las cosas que está haciendo un chico normal de 14 años. Había una cosa puntual que me torturaba: nunca más iba a vivir con mis viejos.

El incentivo por jugar a la pelota también choca con la realidad. Me mandaron al tercer equipo de Newell’s, que estaba en una liga local, Rosarina B. Pero yo no jugaba. Ni siquiera en el tercer equipo. Es el punto de quiebre para muchos chicos: estás solo, estás sufriendo, decidiendo tu futuro, ¿no querés volverte a casa?

No. Absolutamente no.

No iba a dejar que mi sueño se evaporara así de fácil. Ni siquiera después de que me dejaron libre de Newell’s, porque necesitaban achicar los planteles.

Confundido, me puse a reflexionar y me tracé objetivos. Siempre fui bueno para hacer eso. Me dije a mí mismo: hay dos maneras de llegar a jugar en Primera. Una es para los tocados, los que van a debutar a los 17, 18, 19 años. El otro camino, el más lento, el que iba a tener que tomar yo, era el de la perseverancia, el sacrificio, la constancia. Y así, a los 22, 23 años, iba a llegar. Pero yo en Primera iba a jugar en algún lado, eso lo tenía claro.

Y entonces apareció un hombre que me conocía, que me dijo que íbamos a ir a unas pruebas en Buenos Aires. Yo pensé que íbamos a ir a algún club chico, pero cuando estaba con él entrando a Buenos Aires, dijo la palabra mágica: Boca. Mi club.

Lo primero que pensé es que estaba loco. “¿No es demasiado para empezar? Ellos vienen ganando tres años seguidos el campeonato de mi categoría”, le pregunté.

“Pero están buscando un central de tu división. Todo va a estar bien.”

Siguió manejando. Mi corazón latía más fuerte.

Mi papá, ah, dejame contarte la primera reacción que tuvo cuando le di la noticia. “Mirá, si firmás en Boca, te prometo que cambio el auto”, me dijo. El único pequeño detalle es que no tenía auto. ¡Esa es la confianza que me tenía! Estaba jodiendo, como si nunca fuera a pasar. Pero también era el comentario justo. Boca es un gigante y yo tenía que mantener los pies sobre la tierra.

Las primeras prácticas que hice no fueron en La Bombonera. Las inferiores todavía estaban terminando las canchas nuevas, y nosotros nos entrenábamos en Parque Sarmiento. Creo que anduve bien, hasta que llegó la verdadera prueba: los nuevos contra los jugadores que ya estaban en Boca. Y esta prueba salió horriblemente… bien. Sí, tal cual. Nos pasaron por arriba. Perdimos 11-0. Pero para mi sorpresa, me dijeron de volver para hacer una segunda prueba con los jugadores de Boca.

¿Sabés por qué me dijeron de volver? Es una historia graciosa, que me enteré muchos años después. “Uh, ese día fueron un desastre todos”, me dijo Jorge Griffa, el responsable de las inferiores, charlando una vez. Pero él se dio cuenta de algo que hacía yo cada vez que nos metían un gol. Me metía rápido en el arco, agarraba la pelota con una rabia terrible, pero trataba de alentar a mis compañeros. “Dale, dale, arriba, no pasó nada”. Así una vez, dos veces. Y otra más. Y otra. Incluso hasta el 11-0. “Ojo que a este pibe lo tenemos que seguir viendo, eh”, Griffa les dijo a sus colaboradores.

Así es como me dijeron de volver, ya no para jugar contra ellos, sino con ellos, y de repente el sueño se hacía realidad. Después de la segunda prueba, me dijeron que volviera, y finalmente me ofrecieron quedarme en la pensión.

Y de repente me encontré viviendo en Boca, pegadito a La Bombonera. En la pared al lado de mi cama, había fotos de mi familia con un mensaje que había escrito: “El jugar al fútbol es un don de Dios. El estar lejos de mis padres es parte del juego”. Los extrañaba cada día, pero esa era la vida de alguien que quería ser futbolista.

Y te digo algo, estaba completamente equivocado en eso del camino lento, para llegar a Primera a los 22 o 23. Firmé en Boca a los 16 y cuando tenía 18 ya estaba haciendo mi debut en Primera. Y eso se debió también a que cambié mi mentalidad.

En Newell’s, te sentías más como en una escuela de fútbol. Te enseñaban cómo pararte para recibir, cómo perfilarte, cómo salir jugando.

Boca era distinto.

En Boca, tenés que ser práctico. Necesitás condensar todo lo que ya aprendiste, todo lo que tenés, para beneficio del equipo. No era la forma que yo sentía de jugar, o al menos era lo que yo pensaba, hasta que dije: Okay, quieren que juegue así. Voy a jugar así. Y no sólo abracé a ese modo de jugar, lo transmití también. Es el modo de jugar que me caracterizó en el resto de mi carrera.

En el fútbol, nada llega completamente por sorpresa. Todo es resultado de un proceso. Y mi proceso estaba yendo bien.

Burdisso. Llamar inmediatamente a secretaria.

Este es el papel amarillo que encontré pegado en la puerta de la pensión la noche en que volví de jugar un amistoso con la Selección Sub 20. Era tarde. Llamé, sin tener mucha idea de lo que pasaba. Me dijeron que me esperaban a la mañana siguiente para entrenarme con los profesionales.

El día que llegué a mi primera práctica —con otros dos chicos nuevos— Boca estaba por ganar el primer campeonato en seis años. La presión y la expectativa eran muy grandes. Así y todo, el técnico, Carlos Bianchi, nos vio sentaditos en un rincón antes del entrenamiento y se nos acercó para hablarnos. Me preguntó por mi familia. Me preguntó por mi estilo. Me deseó suerte.

Al día siguiente, corrí al kiosco para comprar todos los diarios. Mi nombre estaba ahí. De verdad era jugador de Boca.

Cuando me convocaron por primera vez para ir al banco, me acuerdo que volví a mi cuarto en la pensión, me senté y me quedé reflexionando sobre lo que habían sido esos cuatro años lejos de mi familia. Sabía que se cerraba una etapa. Dos semanas más tarde, con mi mamá y mi papá en la platea, pensé que me iba a volver a tocar ir al banco. Estaba yendo a ver a mis compañeros de la reserva hasta que se abrió una puerta al lado del túnel. Era Bianchi. “Nicolás, mirá que hoy vas de arranque, eh”, me dijo. Inmediatamente sentí un calor que me recorría todo el cuerpo. Pero al mismo tiempo, sentí que esa era la oportunidad que había buscado, que la vida se estaba luciendo poniéndome esa chance arriba de la mesa. Dependía de mí saber si la iba a aprovechar.

Las sensaciones de ser jugador de Boca son indescriptibles. La Bombonera es un estadio único. Da miedo. No es fácil acostumbrarse a jugar ahí.

Como defensor, y un defensor al que le gusta hablar, nunca más estuve en un estadio en el que no podés escuchar al compañero al que tenés al lado. Le podés gritar, pero no te va a entender.

Es realmente así de fuerte.

Como jugador de Boca, te acostumbrás a esto, pero para los visitantes es otra historia. Por eso La Bombonera mete miedo. Te intimida. Y creeme, algunos rivales no te lo van a decir públicamente, pero te lo dicen en confianza.

Porque no es sólo que estás jugando ahí, también estás jugando con la imagen mental que te creaste durante tantos años. El estadio está arriba tuyo. No está alrededor. Es como estar en una gran caja de bombones, de ahí el nombre.

En Europa, me encontré con muchos compañeros que estaban muy curiosos de Boca y de La Bombonera. El primer día en Inter, Edgar Davids se me acercó para decirme que le encantaría jugar para Boca. Daniele De Rossi es otro gran hincha de Boca, y su sueño, siempre me lo dice, es jugar un partido ahí. Tomás Rincón, Salvatore Sirigu, todos sueñan con ser jugadores de Boca. Y te das cuenta de que te convertiste en un embajador, un embajador de La Bombonera.

La primera vez que la vi como jugador fue para un entrenamiento. Y lo que ves es como un monstruo dormido, esperando. Después me tocó jugar un partido en la Reserva, con hinchas, y no te puedo explicar lo mágico que es.

Te vas preparando para el ritual de La Bombonera desde antes, con el micro que va entrando al barrio de La Boca, con todos los conventillos, las calles pequeñitas, las casas donde vivían los inmigrantes italianos, y los bombos, la gente que te saluda, que te acompaña cantando hasta llegar.

Uno de los momentos más especiales es cuando estás yendo desde el vestuario a la cancha. Adentro del túnel, llega un momento en el que te encontrás con los escalones.

No es una escalera normal. Es una escalera pequeña, muy empinada.

Hay que subirla de a uno, no hay espacio suficiente para ir de a dos. Lo único que ves, cuando te estás preparando para subir, es un pedacito de cielo y a una persona que está haciendo flamear una bandera para avisarles a los hinchas que está por salir el equipo. Y el aliento, todos saltando, se hace más fuerte a medida que te preparás para salir a la arena, al Coliseo, al lugar donde va a ser la batalla.

Yo lo llamo el umbral. En un momento estás ahí, en el túnel, haciendo las últimas arengas, y de repente estás en un lugar completamente diferente. Los secretos y el mito de Boca está ahí, en ese pasaje.

Que además tiene a los hinchas cantando la misma canción que cantan hace 100 años, cada vez más fuerte, porque saben que vos estás por salir, y entonces empezás a sentir las vibraciones, las paredes que se mueven.

Late, dicen. La Bombonera es como un corazón que late. Todo es muy especial.

Nunca me pasó de vivir algo así en ningún otro lugar. Es increíble. Único. Nunca podrá haber un estadio así en Europa. Es difícil de explicar. Estás a dos, tres metros, y así y todo no te podés escuchar. En esos momentos, es más sobre los hinchas que sobre los jugadores. Ellos son los protagonistas.

Y el partido más importante para un jugador de Boca es contra River Plate. Que fue el primer partido en absoluto para mí con la camiseta de Boca, todavía en las inferiores: River de visitante. Empatamos 1-1. No dormí la noche anterior, y seguí jugando ese partido mentalmente por muchos meses después.

Pero unos años más tarde, cuando nos enfrentamos a River en la Copa Libertadores, en 2000 y 2004, la ansiedad que tenía era completamente distinta. Como jugador, aprendés a abstraerte de las presiones. Todos nosotros hemos jugado con chicos que eran mejores que nosotros, pero que no llegaron a Primera. Si no aprendés a sacarte de encima esa mochila de presión, nunca vas a llegar al nivel más alto.

A veces, la presión es buena. Pero para partidos cruciales, lo que tenés que hacer es evitar pensar en las consecuencias, aislarte. Incluso durante los partidos, tenés que ir jugada a jugada. Si te pasaron en una, eso no quiere decir que en la próxima te van a volver a pasar. No condiciona a la siguiente. La tomás como una advertencia y empezás de nuevo. Si empezás a pensar en las consecuencias por perder, o lo que puede pasar si no ganás, estás muerto.

Así y todo, como hincha, el otro día me encontré mirando la primera final de la Libertadores con unos nervios que no había sentido en años. Tratando de hablar con los jugadores de Boca, de ponerme en su lugar. Si pudiera decirles algo, les diría que la vida se lució. La vida se luce cuando te deja una posibilidad así sobre la mesa. Depende de vos aprovecharla. Esa motivación, no presión, puede ayudarte a que hagas algo que nunca habías hecho, a que des algo que nunca diste, a que juegues como nunca jugaste en tu vida.

¿Pero te acordás que te dije que esta era una historia de amor? Bueno, es todo verdad. No mucha gente lo sabe, pero La Bombonera es también el lugar en donde conocí a María Belén, mi esposa. Ahí mismo, en un pasillo, es cuando la vi por primera vez. No tenía idea de lo que era el fútbol, y por supuesto, no sabía que yo era futbolista. Podría mostrarte el lugar exacto, como si fuera un GPS, donde nos conocimos. Y es gracioso pensar que todo se debió a una nota.

Mirá, en ese vestuario de Boca, teníamos jugadores de mucha personalidad. A los veteranos no les gustaba que los juveniles se frenaran a hablar con los periodistas. “Ah, ¿así que ahora estás dando notas?”, te decían. Sentías la presión. Era una lección para mantener perfil bajo, y si había que hablar, hablaras en la cancha primero, y después, eventualmente, con el periodismo. Boca es un club enorme y algunos juveniles podrían confundirse cuando recién empiezan. Por eso, los más experimentados nos tenían cortitos.

Pero después de volver de la Intercontinental en Japón, cuando le ganamos al Real Madrid, yo recibí un llamado para ir a una radio partidaria. Dudé, no quería. Pero la invitación era ir al estudio, que estaba armado en un departamento en Liniers, y de ahí, ir a cenar. A un tenedor libre. “Traete a todos los chicos que quieras”, me dijeron. Así que fuimos con cinco chicos de la pensión, hicimos la nota y después nos comimos todo. Nunca me voy a olvidar del nombre del periodista que me invitó: Emerson Voltaire.

Unas semanas después, después de jugar con Cobreloa, lo veo ahí en el pasillo. Normalmente, no me frenaba nunca para hablar. ¿Te acordás lo que te dije sobre no dar notas?

Pero lo conocía, era el que me había llevado a cenar.

Al lado de él había un grupo de estudiantes que querían hacer unos trabajos para la universidad. María Belén, que estudiaba comunicación social, estaba con ellos, aunque ni siquiera había mirado el partido. No le importaba el fútbol. Era su primera vez en una cancha. Y esperaba también, en el pasillo. Uno de los estudiantes aprovechó que me había frenado a hablar con el otro, para pedirme si podía responderle unas preguntas. Yo ya la había visto ahí parada, así que me quedé.

Así nos conocimos. Si te ponés a pensar, fue todo gracias a esa entrevista en ese pequeño estudio de radio, al tenedor libre y, por supuesto, a La Bombonera.

Y ahora me estoy dando cuenta de que es la primera vez que cuento esta historia. Esto es lo que puedo decir sobre Boca, mi camiseta, me dio todo lo que podía pedir.

En ese lugar especial con el que soñaba con jugar alguna vez, todos los puntos de mi carrera profesional y de mi vida personal se conectan. El nene con la camiseta de la Supercopa. El chico que quedó impresionado en su primera visita. El adolescente que dejó todo para cumplir un sueño y que también vivió ahí. La carrera profesional, los títulos, los compañeros, las charlas de vestuario. Los Superclásicos de la Libertadores. Y también, mi mujer, mis hijos —Angelina, Facundo, Emilia—, la hermosa familia que tengo. Para mí, todo está ahí, en ese lugar misterioso y mágico.

Los escalones de ese túnel no sólo simbolizan mi carrera, sino también, mi vida. Estoy subiendo esos escalones cada día. Y lo adoro.

BOCA ES NUESTRO. PROGRAMA DEL 13-12-2018


Les dejamos el programa de ayer de "Boca es Nuestro" con todo lo que dejo esta desafortunada semana de Boca. Con el análisis de la actualidad deportiva e institucional de un club manejado por paracaidistas sin sentido de pertenencia. Con una nota al periodista Carlos Yoshinaga que fue testigo de la feroz represión policial el 12-12 día del hincha, acompañada por el destrato que Boca tuvo para con sus hinchas y socios y que incluso el día de hoy ningún directivo dio la cara ante semejante atropello que dejó personas lastimadas por el accionar policial y la desidia dirigencial. Además todo el básquet de la mano de Martin Marzolini, el futbol femenino con Vanesa Raschella y una nota a Mariángeles Cossar.

Lo que se dijo:

Claudio Giardino: "Al mismo tipo que se le regaló el Museo de Boca por 10 años, fue el que entró a la Bombonera en 2015 con gorrita como si fuera el dueño de la situación. Boca es cómplice de sus enemigos".

Beto Moreno: "El primer enemigo de Boca es interno. Dormimos con el enemigo. Mientras esté el macrismo al frente del club, esto no va a cambiar. El problema pasa por un lado que no tiene que ver con el fútbol".

Martin Herrera: "Tenemos que dejar de pensar en los de enfrente, y empezar a mirar lo mal que se están haciendo las cosas en Boca".

Claudio Giardino: "Este es el mismo presidente que entregó la final del 2012. Con el manoseo a Roncaglia que se quedó sin jugar la segunda final y con los dirigentes más preocupado por revender entradas que por los hinchas".

Claudio Giardino: "Desde el mediodía en los alrededores de la Bombonera había más policía que en el G-20. Parecía que nos iban a invadir los chinos".

Carlos Yoshinaga: "Yo llegué a Brandsen 805 a las 4 de la tarde. El operativo era desmesurado para la cantidad de gente. La policía fue cercando a los hinchas de Boca.

Carlos Yoshinaga: "En los videos que publiqué se ve cómo amontonaban a la gente. Había alrededor de 5 mil personas. Esto fue una represión premeditada".

Carlos Yoshinaga: "Había miles de hinchas en la Boca y los medios no lo cubrieron. Tenían la orden de cubrir el evento del Obelisco".

Carlos Yoshinaga: "Nos fueron cercando el paso por más de 9 cuadras. El operativo arrancó en la puerta 12 y terminó en Brasil y Pilcomayo. Constantemente pasaban con las motos y amagaban a pegarle a la gente. También tiraban gas pimienta".

Carlos Yoshinaga: "Lo único que le interesa a esta dirigencia son sus propios intereses políticos. No les importa si al hincha de Boca lo tienen que manipular o que tienen que reprimir".

Carlos Yoshinaga: "La policía nos decía que vamos por Pilcomayo que ellos nos escoltaban al Obelisco. Y ahí de la nada empezaron a reprimir con balas de goma".

Carlos Yoshinaga: "Hay que abandonar la queja virtual. Hay que empezar a moverse para sacar a esta mafia de nuestro club. Sino terminamos eligiendo al empresario menos malo y no a alguien que maneje el club para los hinchas".

Carlos Yoshinaga: "Boca tocó fondo, empecémonos a preguntar cómo lo sacamos de ahí".

Basquet:

Martin Marzolini: "Boca debutó en Sunchales con un importante triunfo antes Libertad. Ayer debutó de local en Obras con un triunfo por 79 a 77",

Martin Marzolini: "El próximo sábado Boca enfrentará a las 21hs contra Quilmes en la Bombonerita".

Nota a Mariangeles Cossar:

Chu Cossar: "Tenemos la tristeza de no ganar la Copa pero no es el fin del mundo. El hincha de Boca es mucho más grande que eso".

Chu Cossar: "Se viene una Liga muy intensa. Tenemos que tener una buena preparación porque son muchos partidos en muy poco tiempo".
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Boca es Nuestro" Todos los jueves de 18.30 a 20.00 hs por Radio Sentidos. El equipo está conformado por Claudio Giardino, Fernando Burruso y Eduardo Eliaschev en la conducción. Los columnistas que cubren las principales actividades de nuestro Club son Martín Marzolini en básquet, Vanesa Raschella en futbol femenino, Martín Herrera en fútbol profesional, Jacqueline Vezzosi en divisiones inferiores fútbol masculino, Mariano Reverdito en el polideportivo, y el invalorable aporte de Alberto Moreno recordándonos de dónde venimos en cada hecho histórico de nuestro Club. Con la producción general de Leo Zallio, Fernando Burruso y Martín Herrera. -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

AGUANTE BOCA - LA VOZ DEL HINCHA



Me duele... y no me duele solamente por la ilusión que yo tenía. Me duele por mil razones que sigo encontrando al mirar hacia los costados. Por Nahitan, por ejemplo. Me duele haber visto esas lágrimas de impotencia en su cara, como diciendo: "La puta madre, boludo... lo di todo y no alcanzó. Aposté mi vida entera por esto, me jugué mi integridad física y no sirvió de nada". 

Me duelen las lágrimas del Pipa, después del golazo que metió y de ese festejo que se me grabó para toda la eternidad en lo más profundo del corazón. Me duelen las lágrimas de Julio, que estaba hecho pija físicamente y ya no aguantaba más, pero seguía corriendo como una fiera... me duele que Wanchope no pudo hacer nada. Me duele haber bancado a Pablo Pérez el día de la emboscada al micro por los huevos que tuvo de no arrugar si lo obligaban a jugar, y que ayer haya estado invisible de nuevo, como en cada partido importante, y encima haciendo quilombo todo el tiempo sin aportar nada futbolísticamente. 

Me duele el fracaso de Guillermo y el cuerpo técnico porque solamente nos afecta a nosotros, los hinchas, que nos merecíamos ésta copa más que nadie... por todos los lugares que copamos, por la gente que seguro se quedó sin un mango para viajar re ilusionada a Madrid incluso después del dolor de lo que pasó en Núñez y después de haber visto cómo nuestro presidente, el mismo de siempre, nos vendió y dejó que hicieran con nosotros lo que quisieran desde la CONMEBOL y también desde River, como siempre... 

Me duele por todos esos hinchas que viajaron aún así a hacer ese bello quilombo que hicieron por las calles, enamorando a los españoles con nuestra locura. Me duele porque después del planteamiento horrendo que hizo Guillermo para un partido como éste, después de dejar afuera del banco a Cardona, de meter a Tévez a destiempo, de poner a Wanchope sabiendo que no estaba al 100, de poner a Gago y dejar que se fuera solo después de lesionarse, como si nada, pasándose por el orto los colores, la historia y sobre todo la situación en la que estábamos... después de sacar al Pipa muy pronto, de dejar a Pablo Pérez en cancha demasiado tiempo, de meter a Jara... después de que Andrada dejara el arco solo dos o tres veces y él no le dijera nada... después de haber quedado con 9 en cancha y de que Nahitan tuviera un calambre de la puta madre y un riesgo de tener una lesión terrible, el médico lo llevara al borde e incluso pidiera el cambio y aún así el uruguayo se resistiera a salir del campo y siguiera corriendo como loco y metiendo como si se acabara su vida después de ese partido... Después de todo eso, el mismo que se mandó todas esas cagadas y permitió todas esas burlas hacia nuestra camiseta, fue a abrazarse con esos dos, con D'Onofrio y con Gallardo: los dos que nos cagaron lo máximo posible, que nos pisaron la cabeza, que buscaron hasta el más mínimo beneficio por parte de la CONMEBOL a costa de perder la moralidad, la poca que les quedaba después de cómo actuó River en el episodio de 2015, e incluso después de la violencia verbal que propició D'Onofrio. Los abrazó, como si la derrota histórica que nos aplastó no le importara... después de todo el chantaje y las mentiras de ellos, y la prepotencia y la soberbia con la que nos hablaban públicamente, después de haber intentado cagarnos de mil formas... después de todo eso fue y los abrazó y les sonrió a los dos, ¿entendés? se cagó en todo lo que pasó, en nuestro dolor por haber confiado en él, en el dolor de los jugadores por haber dejado el alma en esa cancha siguiendo sus órdenes, en los miles de hinchas que tenían que volver a casa sin un mango, sin más satisfacción que la de haber visto el esfuerzo de los jugadores en la cancha, y también sin la copa. No le importó nada. Teniendo una estatua en nuestro club, habiendo sentido nuestro apoyo incondicional aunque muchos, como yo, nunca quisimos que viniera... le chupó tremendamente un huevo todo. Se cagó en nosotros, en sus jugadores, en nuestro escudo, en nuestra institución... en todo. Y no sólo en el momento del abrazo. Se cagó en nosotros desde el día de la apedreada al micro porque ese día no tuvo los huevos de plantarse y discutir, o al menos salir a defendernos con un micrófono. No hizo nada esa vez, no se quejó cuando decidieron que nos iban a obligar a jugar igual, aunque el evento de 2015 hubiera quedado infinitas veces en inferioridad a comparación de lo que hicieron ellos esa vez. Ahora que se había llegado a un "acuerdo justo" de que se jugara la final afuera, llega y plantea un equipo penoso como ese, y hace cambios como si tuviera la intención de perder de una vez, y al final termina abrazándose con "el enemigo" como si nada, mientras jugadores como Nández, el Pipa y Julio lloraban desconsolados con las piernas destrozadas. No sabés lo traicionada y ultrajada que me sentí y me siento cada vez que lo pienso. 

Imaginate... sé que si sos hincha de Boca te pasó lo mismo: después del partido y de todo lo que pasó, yo tuve que seguir con mi vida como si no hubiera pasado nada. Y tengo que seguir ahora también aunque sigo destruida. Decime, ¿cómo se hace? ¿Cómo hacés para mirar para otro lado y seguir tu rutina como si no te afectara? Siempre voy a decir que esto es lo malo de llevar el fútbol tan adentro: que cuando pasan este tipo de cosas, quedás afectado emocionalmente. Te tiene que ver terriblemente mal tu vieja, como me vio a mí la mía cuando hicieron el tercer gol y después dijeron: "¡River campeón de la Copa Libertadores!". Me tuvo que ver llorar mi vieja, ¿entendés? Ella, a quien siempre privo de verme en mis malos momentos para no afectarla. Ella, que aunque no me entiende en un montón de aspectos, se sentó a mirar el partido conmigo apoyando a Boca, como viene haciendo desde hace bastante, a pesar de supuestamente ser de River. ¿Cómo se hace para seguir como si nada después de algo así? ¿Cómo hago para creer que el club tiene arreglo, que quedan esperanzas, que vendrán tiempos mejores? ¿Cómo hago para confiar en que ya se disiparon por completo las "dudas", por llamarles así, que tenían los que votaron a Angelici la segunda vez y que quedó muy claro que él es nuestro cáncer? 

¿Cómo hago para no pensar en la época en la que llegó Guillermo y lograr que no me duela saber que no me equivoqué en que él no era el indicado para nosotros? 

¿Cómo hago para quedarme en el límite de la empatía con Gago por sus lesiones y no cuestionarle que se haya ido de la cancha de esa forma, en un partido tan importante como era éste?, porque no puedo evitar acordarme de la Sudamericana de 2014, después de la cama que le hizo a Bianchi con sus compañeros, cuando se lesionó y se quedó en una sola pierna el resto del partido sin poder ayudar en nada al equipo... pero se quedó, al menos por capricho. Y esa vez no estábamos con 10 en cancha. Y esa vez no había circunstancias tan delicadas como las de ésta final de copa. No sé qué es lo que cambió en él, pero la impotencia que siento rompe toda la empatía que puedo llegar a sentir por lo que le pasó. 

Y ahora no sé... ¿cómo hago para estudiar ahora, que estamos en el tramo final de clases, con toda esta mierda en la cabeza? Porque yo no puedo ir hoy y decirle al profesor que no fui capaz de terminar lo que tenía que hacer para su materia porque estaba mal por la final que perdió Boca. No puedo no seguir con mi vida porque perdimos la final, pero ¿cómo hago? ¿Tengo que adoptar el pensamiento de los de afuera, de esos que no sienten el fútbol ni en pedo y te dicen "es un juego, ya está"? No puedo, hermano. Perdón, pero no puedo. Lo pienso un poco y me derrumbo... ¿Cómo te explico?, a la mañana siguiente del partido me levanté y estuve andando por la casa rota en llanto, no pude avanzar una mierda en lo que tenía que hacer, no podía dejar de pensar. Me desperté con ganas de que fuera una mentira, de que alguien me dijera que solamente había sido un mal sueño. No sé cómo mierda explicar que hace mucho tiempo no me sentía así, con un vacío tan grande; con la sensación de tener el pecho, literalmente, agrietado justo al medio. Hace mucho no me sentía tan destruida, tan por el piso... con éstas ganas de tirar todo a la mierda y no volver a hacer nada más que estar tirada en cama todo el día, por varios días... Creo que solamente me sentí así en el retiro de Román y el despido de Carlos, pero no hubo dolor tan grande después de eso. Y esas dos veces tampoco sabía qué hacer con mi vida. El fútbol me había pateado en el piso esas dos veces y algunas más, pero siento que esto es distinto, aunque el dolor sea igual de intenso. Ésta es la primera final que la vida me estaba regalando, quiero decir, la primera final grande contra ellos, la primera vez que posta sentía que iba a festejar como si no hubiera un mañana, que iba a sentir una euforia que no entraría en mi cuerpo, que iba a terminar el año con la felicidad de sentir que algo, al menos algo exterior, funcionó bien en mi vida este 2018. Te juro que me veía festejando por todos lados, es la única vez que sentí que la ilusión no iba a ser en vano, la única vez que sentí que iba a ir a la casa de mi viejo a abrazarme con él y a que festejemos por la ciudad en su auto con la bandera puesta en la ventana, y yo enseñándole las canciones que todavía no se sabe. Sentía que al fin, a pesar de que si ganábamos el triunfo iba a pertenecerle a la gestión de Angelici, iba a dejar de lado por lo menos una noche todo el dolor que me causó ese tipo con todas las cosas que hizo. 

Esto iba ser distinto... distinto a ganar cualquier torneo y cualquier copa también, por todo lo que habíamos pasado para llegar a esas instancias... porque después de la apedreada, de las actitudes tremendamente soberbias y tóxicas de su presidente y la cobardía del nuestro, ganar un partido que jamás se debió jugar por todo eso, iba a ser una hazaña colosal. Todas las circunstancias en las que nos encontrábamos hacían que una victoria así se coronara como una de las más importantes si no la que más. Y la teníamos... era nuestra, boludo... nos la quitaron. Nos la quitaron. Nos quitaron la esperanza, la dicha de poder tener algo que celebrar en año nuevo. 

Y sí... entiendo y por supuesto que no me quejo de que festejen como están festejando. No es bronca ni "envidia" lo que me hace mostrarles cara de orto, te lo juro... es una forma de camuflar mi tristeza, una forma de evitar mi llanto... es la forma más eficiente, ponele, que encontró mi cabeza de enfrentar todo esto porque aunque me sienta tan desplomada por el suelo no me queda otra que seguir con mi vida. Y porque, por sobre todas las cosas, yo no soy capaz de separar lo que pasa en el fútbol de mi vida personal. Dentro mío está todo entremezclado: mi vida personal y todo lo que le pasa a Boca. 

Y no sé... la incertidumbre que queda después de esto me da miedo, porque decime, ¿cómo hacemos ahora para levantarnos de algo así? ¿Cómo hacemos para arreglar algo que lleva años siendo un completo desastre como esa dirigencia, por ejemplo? Y me da bronca tener que decir esto, pero querer buscar solución rápida a toda esta mierda no es posible. Cualquier "solución" rápida que surja no va a perdurar. Es como lesionarse, ignorar el problema y querer curar la lesión dos años después. Eso es lo que hizo el hincha (sobre todo el socio) con Angelici. ¿Qué mierda se supone que hay que hacer después de una derrota así? Contámelo vos, que quizás viviste la final contra el Bayern, yo tenía uno o dos añitos y estaba aprendiendo a caminar. 

No sé qué es lo que hay que hacer, viejo. No sé cómo proceder. A lo único que atiné es a borrarme de todos lados lo máximo posible. Ya pasaron dos días y sigo entrando solamente a Twitter por ratos, a leer opiniones... como si reflexionar entre nosotros sirviera de algo o fuera a cambiar algo, pero no puedo evitarlo. Es como si sintiera la necesidad de ver que alguien me entiende en algo. El resto del tiempo te juro que me esfuerzo en no leer, ni ver, ni escuchar nada respecto a todo esto porque sé que me destruye... no prendo la tele, miro cualquier boludez en YouTube totalmente aparte al tema o trato de concentrarme en lo que tengo que hacer para no entrar a ninguna de las redes porque sé que voy a cruzarme con alguno que hable de todo esto y termine empeorando mi situación emocional actual. Estos días estuve entrando a WhatsApp solamente para responderle a unos compañeros hablando de tareas del colegio, y me borraba por el resto del día otra vez. Sigo sin ser capaz de contestar los chats del domingo. Llevo, desde que terminó el partido, sin contestarle ni un mensaje a mucha gente. Y me chupa un huevo, sigo sin querer hablar con nadie, sin ganas de ver a nadie, sin ganas de hacer nada, sin motivación para nada... y no quiero hablar de remontar y pararnos de esta caída porque yo todavía no he sido capaz de dejar atrás nada ni de perdonar nada. A duras penas conseguí, en dos largos días, dejar de llorar cada puta vez que pienso en esto. Después se verá... ahora no sé... no sé nada. No quiero seguir pensando. Lo único que quiero es que admitamos que hemos tocado fondo, que hemos permitido demasiados fracasos durante muchos años. Es hora de cambiar desde la base, pero yo todavía no sé cómo ni cuál es el ingrediente ideal para empezar nuestra recuperación como club. Por ahora creo que lo que alcanza, hasta que pase el tiempo y nos vayamos sanando, es abrazarnos entre nosotros y decirnos que todo puede volver a estar bien, pero sin dejar de reconocer nuestra vulnerabilidad. Porque sí, hermano, estamos por el piso. Muy por el piso. Ya veremos cómo evoluciona esto, por el momento solamente reconozcamos el dolor de lo bajo que hemos caído. 

Tengo muchas cosas más para decir, pero no encuentro la manera todavía... el dolor que siento todavía no me lo permite. Eso es todo, al menos por ésta vez. 

Aguante Boca, por encima de todo.

Por Ornella Barrios  ( @10rneeJR )

IDENTIDAD - LA VOZ DEL HINCHA


Amigos de Boca es Nuestro:

Con los pensamientos en caliente, quizás no es el mejor momento para hacer un raconto de lo ocurrido y un análisis pormenorizado, uno puede olvidar muchas cosas, destacar algunas sobre otras equivocándose, etc., etc., etc., pero....... lo que valen son los sentimientos, y esos son los mismos de siempre, imposible equivocarse en lo medular.

No quiero ocuparles mucho tiempo, así que no entraré a detallar todos los errores cometidos, robos sufridos, abandono a su suerte del plantel, destrato a los hinchas, tibieza vergonzosa para la "¿defensa?" de nuestros colores, etc. durante toda esta final de copa.

Solo quiero decirles que es hora (espero que 2019 no sea tarde) de terminar de una vez por todas con esta conducción bochornosa de nuestro club cuando se renueven autoridades.

Es hora de volver a nuestras raíces.

Las de nuestros abuelos inmigrantes en el barrio.

Las del Boca del barrio que se extendió a todo el país como un fenómeno único (Yo lo viví en el interior viviendo muchos años, ¡mamita que fenómeno social!)

Las del Boca que era una marea humana al ingresar a la Bombonera y a cualquier cancha, seas Socio ó no Socio (Boca somos TODOS!)

Las de la Bombonera con enorme mayoría de populares, sin plateas corporativas ni cristales blindex ni porristas, ni papelitos tirados con máquinas.

Las que hacían que siguiéramos la campaña por radios y revistas Xeneizes (se acuerdan de Bernardino Veiga, de Así es Boca y Esto es Boca?), no basura mercenaria y antiBoca.

Las que hacían que los goles que más se gritaban en el país eran los de Boca y los segundos eran los que les hacían a Boca

Las que nos dieron presidentes como Armando (con todos sus errores, pero mierda que lo iban a madrugar) ó DON (así en mayúscula y subrayado) Antonio Alegre.

La de jugadores mejor ó peor dotados futbolísticamente pero que siempre, pero siempre, trababan con la cabeza y dejaban hasta la última gota en la cancha (gracias Nández!!)

Las.............. (puedo seguir dando ejemplos hasta mañana)

Ese es el Boca que quiero, mejor dicho, que necesito urgentemente, especialmente cuando uno llega a una edad en la que lo que falta ya es mucho menor a lo recorrido.

El que me legó mi padre, el que transmití a mi hijo.

Me duele perder así, sí, pero mucho más me duele perder esa identidad que nos hizo ÚNICOS en el mundo.

Quizás, solo quizás, hayamos tenido que pasar este presente para que mucha gente despierte y reaccione.

Es ahora ó nunca.

Gracias por defender a BOCA

Un fuerte abrazo


Dionisio Daniel De Simone 
Socio Vitalicio 18474

GENTE DE BOCA PARA BOCA




Hace años venimos diciendo que estos dirigentes no merecen estar al frente de Boca. No lo decimos a partir de una derrota como hacen muchos. Porque entonces, si hubiéramos ganado le iban a permitir que hiciera cualquier otro disparate, como por ejemplo el estadio shopping en Casa Amarilla?

Esta gente nos viene mintiendo desde hace mucho tiempo, pero la cobertura mediática que pagan y, precisamente, encandilarse con el regreso de un ídolo o ganar algún que otro torneo, pareciera que alcanza para tapar todo.

No encontramos tantos indignados como cuando regaló el museo del Club a los corruptos de Torneos y Competencias; no vimos indignados cuando echó a ídolos como Román o Bianchi, con un destrato repudiable; no los vimos cuando cierran disciplinas del Club o le restringen los recursos.

Pareciera que si la pelota pega en el palo y entra, son todos geniales; pero si pega en el palo y sale los queremos linchar. Esta gente vino a servirse de Boca, no a servir a Boca. Y eso es algo que NUNCA podemos dejar de ver y repudiar.

Son oportunistas que vieron en Boca un trampolín político y/o económico. PERO NO SON GENTE DE BOCA. Y no les pidan que tengan dignidad y renuncien, porque precisamente si algo no tienen es dignidad.

Si los iluminados de las Agrupaciones, dejan de lado su soberbia y su ego, y se ponen a trabajar en un proyecto en común pensando solo en BOCA, es la oportunidad de volver a recuperar el Club para sus Socios e Hinchas y no para los "amigos y sus negocios". Dejaron pasar la oportunidad en el 2015. No cometan el mismo error.

De una vez, y para siempre, tomemos conciencia de que A BOCA LO HACE GRANDE SU GENTE. Y que por lo tanto tiene que estar conducido por GENTE DE BOCA. Paracaidistas abstenerse.

ENTENDAMOS DE UNA VEZ QUE BOCA ES NUESTRO!!!





BOCA ES NUESTRO - PROGRAMA COMPLETO DEL 06-12-2018


Les dejamos el programa de ayer de Boca es Nuestro con una charla futbolera para escuchar, de la mano de nuestro equipo y analizando el partido que se viene el próximo domingo ante River Plate en el que se definirá la Copa Libertadores 2018. Además las novedades del básquet que debuta hoy en la liga 2018/2018 con 2 incorporaciones y una nota a la campeona de Vóley Nati Espinosa.

Lo que se dijo y al video del programa:

Martin Marzolini: "Boca confirmó dos incorporaciones. Una es el estadounidense Nate Britt, que se suma a la llegada del puertorriqueño Alex Galindo".  "Boca debutará mañana frente a Libertad en Sunchales, y el miércoles 12/12 recibirá a Peñarol en la Bombonerita".

Mariano Reverdito: El último lunes Las Guerreras sumaron un nuevo título en su haber. En una final vibrante y emotiva dieron vuelta un partido que les era desfavorable y vencieron nuevamente a San Lorenzo. Esta vez, fue 3-2 en el Polideportivo Roberto Pando. Habían perdido los 2 primeros sets 25-14 y 25-23. Gran remontada, se quedaron con los otros 25-18, 25-17 y 15-10 en el tie break y así quedarse con un nuevo campeonato, el cuarto de manera consecutiva, si sumamos el Metropolitano 2017, la Liga 2018 y la Copa Metropolitana 2018.

Nati Espinosa: "El apoyo que estamos sintiendo de la gente es impresionante. Nos piden que vayamos nosotras a jugar la final". "Es difícil de explicar, pero sigo sintiendo esas cosquillas previas a cada final. El día que deje de sentirlo me retiro". "En el grupo no hay divismos, no hay estrellas. Somos 6 pero jugamos todos. Desde el utilero hasta el médico que se encarga que estemos 0KM para jugar el partido".
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