Erguida y orgullosa, cerquita del río y de la plaza donde nacimos. Ícono indiscutible de un barrio humilde.
Postal inevitable de millones de fotos. Meca de millones de hombres y mujeres que no podrán morir sin haberla conocido. Impredecible y mágica.
Objeto de admiración para millones, y de envidia para unos pocos.
Escenario de paradas bravas, de dignas derrotas, de triunfos históricos. De tardes y noches de angustia; de tardes y noches de gloria.
Templo sagrado de una religión sin dios. Cuna de héroes que abundan en nuestra Historia.
Venerada, temida y respetada. Testigo privilegiado de nuestra Historia…
Viva…; porque ya nadie discute que late. Pero también habla: habla con la voz de cada bostero. Y grita con el grito de cada hincha.
Así es La Bombonera. Abrigando cada partido a sus fervorosos e incondicionales habitantes. Porque en definitiva es la casa de cada uno de ellos, de los millones que los antecedieron y de los cientos de millones que los sucederán…
Soportando estoica el embate artero de quiénes pretenden jubilarla y la ofensa atroz de quienes comenten el sacrilegio de mancillarla.
Hoy, a 75 años de su inauguración, nos toca rendirle homenaje en silencio. Pero pronto, muy pronto, la fiesta del pueblo boquense recuperará su lugar en el mundo.
LA AMPLIACION ES POSIBLE
DE LA BOMBONERA NO NOS VAMOS
LA BOMBONERA ES BOCA
BOCA ES LA BOMBONERA
BOCA ES NUESTRO
