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AGUANTE BOCA - LA VOZ DEL HINCHA




Me duele... y no me duele solamente por la ilusiĂłn que yo tenĂ­a. Me duele por mil razones que sigo encontrando al mirar hacia los costados. Por Nahitan, por ejemplo. Me duele haber visto esas lágrimas de impotencia en su cara, como diciendo: "La puta madre, boludo... lo di todo y no alcanzĂł. ApostĂ© mi vida entera por esto, me juguĂ© mi integridad fĂ­sica y no sirviĂł de nada". 

Me duelen las lágrimas del Pipa, despuĂ©s del golazo que metiĂł y de ese festejo que se me grabĂł para toda la eternidad en lo más profundo del corazĂłn. Me duelen las lágrimas de Julio, que estaba hecho pija fĂ­sicamente y ya no aguantaba más, pero seguĂ­a corriendo como una fiera... me duele que Wanchope no pudo hacer nada. Me duele haber bancado a Pablo PĂ©rez el dĂ­a de la emboscada al micro por los huevos que tuvo de no arrugar si lo obligaban a jugar, y que ayer haya estado invisible de nuevo, como en cada partido importante, y encima haciendo quilombo todo el tiempo sin aportar nada futbolĂ­sticamente. 

Me duele el fracaso de Guillermo y el cuerpo tĂ©cnico porque solamente nos afecta a nosotros, los hinchas, que nos merecĂ­amos Ă©sta copa más que nadie... por todos los lugares que copamos, por la gente que seguro se quedĂł sin un mango para viajar re ilusionada a Madrid incluso despuĂ©s del dolor de lo que pasĂł en Núñez y despuĂ©s de haber visto cĂłmo nuestro presidente, el mismo de siempre, nos vendiĂł y dejĂł que hicieran con nosotros lo que quisieran desde la CONMEBOL y tambiĂ©n desde River, como siempre... 

Me duele por todos esos hinchas que viajaron aĂşn asĂ­ a hacer ese bello quilombo que hicieron por las calles, enamorando a los españoles con nuestra locura. Me duele porque despuĂ©s del planteamiento horrendo que hizo Guillermo para un partido como Ă©ste, despuĂ©s de dejar afuera del banco a Cardona, de meter a TĂ©vez a destiempo, de poner a Wanchope sabiendo que no estaba al 100, de poner a Gago y dejar que se fuera solo despuĂ©s de lesionarse, como si nada, pasándose por el orto los colores, la historia y sobre todo la situaciĂłn en la que estábamos... despuĂ©s de sacar al Pipa muy pronto, de dejar a Pablo PĂ©rez en cancha demasiado tiempo, de meter a Jara... despuĂ©s de que Andrada dejara el arco solo dos o tres veces y Ă©l no le dijera nada... despuĂ©s de haber quedado con 9 en cancha y de que Nahitan tuviera un calambre de la puta madre y un riesgo de tener una lesiĂłn terrible, el mĂ©dico lo llevara al borde e incluso pidiera el cambio y aĂşn asĂ­ el uruguayo se resistiera a salir del campo y siguiera corriendo como loco y metiendo como si se acabara su vida despuĂ©s de ese partido... DespuĂ©s de todo eso, el mismo que se mandĂł todas esas cagadas y permitiĂł todas esas burlas hacia nuestra camiseta, fue a abrazarse con esos dos, con D'Onofrio y con Gallardo: los dos que nos cagaron lo máximo posible, que nos pisaron la cabeza, que buscaron hasta el más mĂ­nimo beneficio por parte de la CONMEBOL a costa de perder la moralidad, la poca que les quedaba despuĂ©s de cĂłmo actuĂł River en el episodio de 2015, e incluso despuĂ©s de la violencia verbal que propiciĂł D'Onofrio. Los abrazĂł, como si la derrota histĂłrica que nos aplastĂł no le importara... despuĂ©s de todo el chantaje y las mentiras de ellos, y la prepotencia y la soberbia con la que nos hablaban pĂşblicamente, despuĂ©s de haber intentado cagarnos de mil formas... despuĂ©s de todo eso fue y los abrazĂł y les sonriĂł a los dos, ¿entendĂ©s? se cagĂł en todo lo que pasĂł, en nuestro dolor por haber confiado en Ă©l, en el dolor de los jugadores por haber dejado el alma en esa cancha siguiendo sus Ăłrdenes, en los miles de hinchas que tenĂ­an que volver a casa sin un mango, sin más satisfacciĂłn que la de haber visto el esfuerzo de los jugadores en la cancha, y tambiĂ©n sin la copa. No le importĂł nada. Teniendo una estatua en nuestro club, habiendo sentido nuestro apoyo incondicional aunque muchos, como yo, nunca quisimos que viniera... le chupĂł tremendamente un huevo todo. Se cagĂł en nosotros, en sus jugadores, en nuestro escudo, en nuestra instituciĂłn... en todo. Y no sĂłlo en el momento del abrazo. Se cagĂł en nosotros desde el dĂ­a de la apedreada al micro porque ese dĂ­a no tuvo los huevos de plantarse y discutir, o al menos salir a defendernos con un micrĂłfono. No hizo nada esa vez, no se quejĂł cuando decidieron que nos iban a obligar a jugar igual, aunque el evento de 2015 hubiera quedado infinitas veces en inferioridad a comparaciĂłn de lo que hicieron ellos esa vez. Ahora que se habĂ­a llegado a un "acuerdo justo" de que se jugara la final afuera, llega y plantea un equipo penoso como ese, y hace cambios como si tuviera la intenciĂłn de perder de una vez, y al final termina abrazándose con "el enemigo" como si nada, mientras jugadores como Nández, el Pipa y Julio lloraban desconsolados con las piernas destrozadas. No sabĂ©s lo traicionada y ultrajada que me sentĂ­ y me siento cada vez que lo pienso. 

Imaginate... sĂ© que si sos hincha de Boca te pasĂł lo mismo: despuĂ©s del partido y de todo lo que pasĂł, yo tuve que seguir con mi vida como si no hubiera pasado nada. Y tengo que seguir ahora tambiĂ©n aunque sigo destruida. Decime, ¿cĂłmo se hace? ¿CĂłmo hacĂ©s para mirar para otro lado y seguir tu rutina como si no te afectara? Siempre voy a decir que esto es lo malo de llevar el fĂştbol tan adentro: que cuando pasan este tipo de cosas, quedás afectado emocionalmente. Te tiene que ver terriblemente mal tu vieja, como me vio a mĂ­ la mĂ­a cuando hicieron el tercer gol y despuĂ©s dijeron: "¡River campeĂłn de la Copa Libertadores!". Me tuvo que ver llorar mi vieja, ¿entendĂ©s? Ella, a quien siempre privo de verme en mis malos momentos para no afectarla. Ella, que aunque no me entiende en un montĂłn de aspectos, se sentĂł a mirar el partido conmigo apoyando a Boca, como viene haciendo desde hace bastante, a pesar de supuestamente ser de River. ¿CĂłmo se hace para seguir como si nada despuĂ©s de algo asĂ­? ¿CĂłmo hago para creer que el club tiene arreglo, que quedan esperanzas, que vendrán tiempos mejores? ¿CĂłmo hago para confiar en que ya se disiparon por completo las "dudas", por llamarles asĂ­, que tenĂ­an los que votaron a Angelici la segunda vez y que quedĂł muy claro que Ă©l es nuestro cáncer? 

¿CĂłmo hago para no pensar en la Ă©poca en la que llegĂł Guillermo y lograr que no me duela saber que no me equivoquĂ© en que Ă©l no era el indicado para nosotros? 

¿CĂłmo hago para quedarme en el lĂ­mite de la empatĂ­a con Gago por sus lesiones y no cuestionarle que se haya ido de la cancha de esa forma, en un partido tan importante como era Ă©ste?, porque no puedo evitar acordarme de la Sudamericana de 2014, despuĂ©s de la cama que le hizo a Bianchi con sus compañeros, cuando se lesionĂł y se quedĂł en una sola pierna el resto del partido sin poder ayudar en nada al equipo... pero se quedĂł, al menos por capricho. Y esa vez no estábamos con 10 en cancha. Y esa vez no habĂ­a circunstancias tan delicadas como las de Ă©sta final de copa. No sĂ© quĂ© es lo que cambiĂł en Ă©l, pero la impotencia que siento rompe toda la empatĂ­a que puedo llegar a sentir por lo que le pasĂł. 

Y ahora no sĂ©... ¿cĂłmo hago para estudiar ahora, que estamos en el tramo final de clases, con toda esta mierda en la cabeza? Porque yo no puedo ir hoy y decirle al profesor que no fui capaz de terminar lo que tenĂ­a que hacer para su materia porque estaba mal por la final que perdiĂł Boca. No puedo no seguir con mi vida porque perdimos la final, pero ¿cĂłmo hago? ¿Tengo que adoptar el pensamiento de los de afuera, de esos que no sienten el fĂştbol ni en pedo y te dicen "es un juego, ya está"? No puedo, hermano. PerdĂłn, pero no puedo. Lo pienso un poco y me derrumbo... ¿CĂłmo te explico?, a la mañana siguiente del partido me levantĂ© y estuve andando por la casa rota en llanto, no pude avanzar una mierda en lo que tenĂ­a que hacer, no podĂ­a dejar de pensar. Me despertĂ© con ganas de que fuera una mentira, de que alguien me dijera que solamente habĂ­a sido un mal sueño. No sĂ© cĂłmo mierda explicar que hace mucho tiempo no me sentĂ­a asĂ­, con un vacĂ­o tan grande; con la sensaciĂłn de tener el pecho, literalmente, agrietado justo al medio. Hace mucho no me sentĂ­a tan destruida, tan por el piso... con Ă©stas ganas de tirar todo a la mierda y no volver a hacer nada más que estar tirada en cama todo el dĂ­a, por varios dĂ­as... Creo que solamente me sentĂ­ asĂ­ en el retiro de Román y el despido de Carlos, pero no hubo dolor tan grande despuĂ©s de eso. Y esas dos veces tampoco sabĂ­a quĂ© hacer con mi vida. El fĂştbol me habĂ­a pateado en el piso esas dos veces y algunas más, pero siento que esto es distinto, aunque el dolor sea igual de intenso. Ésta es la primera final que la vida me estaba regalando, quiero decir, la primera final grande contra ellos, la primera vez que posta sentĂ­a que iba a festejar como si no hubiera un mañana, que iba a sentir una euforia que no entrarĂ­a en mi cuerpo, que iba a terminar el año con la felicidad de sentir que algo, al menos algo exterior, funcionĂł bien en mi vida este 2018. Te juro que me veĂ­a festejando por todos lados, es la Ăşnica vez que sentĂ­ que la ilusiĂłn no iba a ser en vano, la Ăşnica vez que sentĂ­ que iba a ir a la casa de mi viejo a abrazarme con Ă©l y a que festejemos por la ciudad en su auto con la bandera puesta en la ventana, y yo enseñándole las canciones que todavĂ­a no se sabe. SentĂ­a que al fin, a pesar de que si ganábamos el triunfo iba a pertenecerle a la gestiĂłn de Angelici, iba a dejar de lado por lo menos una noche todo el dolor que me causĂł ese tipo con todas las cosas que hizo. 

Esto iba ser distinto... distinto a ganar cualquier torneo y cualquier copa tambiĂ©n, por todo lo que habĂ­amos pasado para llegar a esas instancias... porque despuĂ©s de la apedreada, de las actitudes tremendamente soberbias y tĂłxicas de su presidente y la cobardĂ­a del nuestro, ganar un partido que jamás se debiĂł jugar por todo eso, iba a ser una hazaña colosal. Todas las circunstancias en las que nos encontrábamos hacĂ­an que una victoria asĂ­ se coronara como una de las más importantes si no la que más. Y la tenĂ­amos... era nuestra, boludo... nos la quitaron. Nos la quitaron. Nos quitaron la esperanza, la dicha de poder tener algo que celebrar en año nuevo. 

Y sĂ­... entiendo y por supuesto que no me quejo de que festejen como están festejando. No es bronca ni "envidia" lo que me hace mostrarles cara de orto, te lo juro... es una forma de camuflar mi tristeza, una forma de evitar mi llanto... es la forma más eficiente, ponele, que encontrĂł mi cabeza de enfrentar todo esto porque aunque me sienta tan desplomada por el suelo no me queda otra que seguir con mi vida. Y porque, por sobre todas las cosas, yo no soy capaz de separar lo que pasa en el fĂştbol de mi vida personal. Dentro mĂ­o está todo entremezclado: mi vida personal y todo lo que le pasa a Boca. 

Y no sĂ©... la incertidumbre que queda despuĂ©s de esto me da miedo, porque decime, ¿cĂłmo hacemos ahora para levantarnos de algo asĂ­? ¿CĂłmo hacemos para arreglar algo que lleva años siendo un completo desastre como esa dirigencia, por ejemplo? Y me da bronca tener que decir esto, pero querer buscar soluciĂłn rápida a toda esta mierda no es posible. Cualquier "soluciĂłn" rápida que surja no va a perdurar. Es como lesionarse, ignorar el problema y querer curar la lesiĂłn dos años despuĂ©s. Eso es lo que hizo el hincha (sobre todo el socio) con Angelici. ¿QuĂ© mierda se supone que hay que hacer despuĂ©s de una derrota asĂ­? Contámelo vos, que quizás viviste la final contra el Bayern, yo tenĂ­a uno o dos añitos y estaba aprendiendo a caminar. 

No sĂ© quĂ© es lo que hay que hacer, viejo. No sĂ© cĂłmo proceder. A lo Ăşnico que atinĂ© es a borrarme de todos lados lo máximo posible. Ya pasaron dos dĂ­as y sigo entrando solamente a Twitter por ratos, a leer opiniones... como si reflexionar entre nosotros sirviera de algo o fuera a cambiar algo, pero no puedo evitarlo. Es como si sintiera la necesidad de ver que alguien me entiende en algo. El resto del tiempo te juro que me esfuerzo en no leer, ni ver, ni escuchar nada respecto a todo esto porque sĂ© que me destruye... no prendo la tele, miro cualquier boludez en YouTube totalmente aparte al tema o trato de concentrarme en lo que tengo que hacer para no entrar a ninguna de las redes porque sĂ© que voy a cruzarme con alguno que hable de todo esto y termine empeorando mi situaciĂłn emocional actual. Estos dĂ­as estuve entrando a WhatsApp solamente para responderle a unos compañeros hablando de tareas del colegio, y me borraba por el resto del dĂ­a otra vez. Sigo sin ser capaz de contestar los chats del domingo. Llevo, desde que terminĂł el partido, sin contestarle ni un mensaje a mucha gente. Y me chupa un huevo, sigo sin querer hablar con nadie, sin ganas de ver a nadie, sin ganas de hacer nada, sin motivaciĂłn para nada... y no quiero hablar de remontar y pararnos de esta caĂ­da porque yo todavĂ­a no he sido capaz de dejar atrás nada ni de perdonar nada. A duras penas conseguĂ­, en dos largos dĂ­as, dejar de llorar cada puta vez que pienso en esto. DespuĂ©s se verá... ahora no sĂ©... no sĂ© nada. No quiero seguir pensando. Lo Ăşnico que quiero es que admitamos que hemos tocado fondo, que hemos permitido demasiados fracasos durante muchos años. Es hora de cambiar desde la base, pero yo todavĂ­a no sĂ© cĂłmo ni cuál es el ingrediente ideal para empezar nuestra recuperaciĂłn como club. Por ahora creo que lo que alcanza, hasta que pase el tiempo y nos vayamos sanando, es abrazarnos entre nosotros y decirnos que todo puede volver a estar bien, pero sin dejar de reconocer nuestra vulnerabilidad. Porque sĂ­, hermano, estamos por el piso. Muy por el piso. Ya veremos cĂłmo evoluciona esto, por el momento solamente reconozcamos el dolor de lo bajo que hemos caĂ­do. 

Tengo muchas cosas más para decir, pero no encuentro la manera todavĂ­a... el dolor que siento todavĂ­a no me lo permite. Eso es todo, al menos por Ă©sta vez. 

Aguante Boca, por encima de todo.

Por Ornella Barrios  ( @10rneeJR )
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