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Que el árbol no me tape el bosque La opinión del hincha. Por Ragequit




Es cierto que Boca jugó sin alma. Es cierto que el técnico y el plantel son responsables y que hay que hacerles saber no sólo que lo son, sino que estamos podridos de su falta de respuestas en estas instancias. Se podrán decir mil cosas y seguramente se dirán. Todas muy ciertas. Pero una derrota no deja de ser uno de tres resultados posibles. Una derrota de un equipo sin alma, incluso contra el rival aborrecido, no deja de ser algo que lamentablemente hemos sufrido más de una vez y, para qué negarlo, seguramente sufriremos muchas veces más (a pesar de que hijos nuestros fueron e hijos nuestros serán, así que serán más las veces que festejemos que las que nos lamentemos). No me malinterpreten: es gravísimo lo de hoy. Es otra demostración más de este plantel de timoratos de que no están a la altura del club que representan, que no se avivaron que están en Boca Juniors; y del técnico de que le queda enorme el banco de la Bombonera. Pero ni es lo peor ni es la primera vez que sucede.

Lo que agrava la derrota, en lo que a mí respecta, es el contexto en el que se da. En un club donde se dijo que el vóley profesional cerró porque no se autofinancia. Donde se quiere hacer lo mismo con el básquet. Donde se aumenta continuamente la cuota del socio, en un país con una inflación descontrolada y un sueldo que nunca se pone al día (adivinen ustedes quiénes son los primeros que sufren ese aumento de cuota). Y todo para inflar el presupuesto del fútbol. El presupuesto de un plantel con varios mediocres que no sólo no tienen identificación alguna con el club, sino que ni siquiera tienen un mínimo de vergüenza profesional como para intentar torcer la situación cuando se presenta jodida. Tipos que arrugan constantemente en las difíciles, que lo han demostrado varias veces ya. Para esto, hinchas de Boca, se cierran disciplinas y se aumenta la cuota. Para esto van a privatizar las transmisiones el semestre que viene. Quienes no puedan pagar una cuota mensual y una subscripción de cable se quedarán sin ver a Boca jugar para sostener los lujos de unos pocos millonarios que se cagaron, se cagan y se cagarán en el club. Y no son sólo -con contadas excepciones- los jugadores, eh. Ni el técnico. Son también los dirigentes, los representantes, los que muerden en transferencias infladas, en compras inverosímiles de jugadores que directamente no es que no podrían jugar en Boca, ni siquiera podrían jugar en Estudiantes, Newell's o Lanús (ejem...), que para colmo le quitan lugar a los pibes del club.

Y a mí es eso lo que verdaderamente me duele. Que se rife al club para sostener un fútbol que no da respuestas. Es más, tachen eso, me duele que se rife al club para sostener un plantel de fútbol. Punto. Porque aunque ganáramos todo esto no dejaría de ser aborrecible. Boca debería ofrecerles deportes y actividades a los socios, debería ofrecerle la cancha a los hinchas (a los asociados y a los que no lo están), debería no sólo sostener sus disciplinas, sino procurar además hacer crecer la infraestructura para añadir otras. Entonces el dolor de la derrota ya no es por un simple resultado, ya no es simplemente el temor de que tambalee el equipo y pierda su posición de privilegio, ya no es por ver con desespero un equipo sin alma arrastrarse en la cancha. Esta derrota directamente significa que tras que le cortaron la ilusión a chicos que representaban en diversas disciplinas al club a puro pulmón y con muchísimo esfuerzo, que tras que suben la cuota y no sólo se prenden sino que son punta de lanza de la privatización de la transmisión, que tras que todos esos fondos se dedican pura y exclusivamente al plantel profesional (y a algunos otros negociados, especialmente inmobiliarios), todavía encima y para colmo todo eso NO SIRVE DE NADA. Porque en 6 años de gestión no han logrado ni un equipo de jerarquía; el único que tuvieron lo heredaron y tardaron menos de 6 meses en desarmarlo. Nos han quitado, entonces, el único consuelo posible frente a todo este panorama, que sería un plantel acorde a las circunstancias y con proyección no solo en este torneo patético con 12 o 13 equipos de la B, sino también y fundamentalmente a nivel internacional.

Y sí. Tan mal están las cosas que el éxito en el fútbol, que si bien no es la única actividad del club sería un necio si negara que es por LEJOS la más importante, no dejaría de ser un simple consuelo ante la situación actual de Boca. Una institución donde reina desde hace ya demasiados años una línea política nefasta que cada vez más y más se sale con la suya, y a la que le quedan pocas batallas. Una línea política que ha logrado, con nuestro aval, indiferencia o impotencia, agravios mucho más graves que una derrota humillante en un clásico para el club. Porque esta línea política logró sacar al hincha de menos recursos del estadio. Logró cerrarles el club a los socios. Logró quitarle sus colores a la camiseta. Logró que la asamblea quede de adorno para decir que sí a propuestas que ya se habían ejecutado de todos modos. Logró privatizar en manos de gallinas la historia del club. Logró cerrar el vóley profesional. Logró que el básquet profesional pelee el descenso, y se propuso lograr cerrarlo, y probablemente no tarde mucho en lograr eso también. Logró que empresarios con intereses espurios echen ídolos de ayer y de hoy del club. Y debo estar olvidándome de otros "logros". Y ni qué hablar de los dos grandes "logros" que les quedan por obtener, y que muchas posibilidades tienen de hacerlo, aunque sea la esperanza lo último que se pierde: el estadio shopping y la privatización.

En conclusión, queda decir que intento, con mayor o menor éxito, que el árbol no me tape el bosque. Y a mí este resultado no me cambia lo que pienso de esta nefasta línea política. Ni la más humillante derrota ni la más triunfal de las victorias acentúa o atenúa la repugnancia que me provoca esta mediocre dirigencia. Hoy se perdió. Se perdió feo. Fue una derrota que duele, y mucho. Pero pasan cosas mucho peores en el club. Y así como hoy oportunamente las enumeramos, atizados por las llamas del enfado (¡wow!), no nos desorientemos si alguna vez vuelven las victorias. Porque Boca no es sólo la pelota. Boca es un Club Atlético. Boca es el corazón de un barrio que late en todo el país e incluso fuera de él.

Por Ragequit para el foro de SoyBoca


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