NOVEDADES

VAMOS VAMOS LOS PIBES


Desde que se dispuso que las terceras ya no sean los preliminares de los partdos de primera  los juveniles de Boca y de todos los equipos se escondieron de la vista de los hinchas. Ni siquiera se transmiten por televisión abierta como recordamos los que pasamos los cincuenta. Desde entonces la gran mayoría de los hinchas sólo pudimos ver a los muy poquitos que llegaban a primera.

Esto posibilitó que muchos pibes fueran negociados por dirigentes que se enriquecieron a costa de dilapidar el patrimonio de los clubes sin que los hinchas ni siquiera nos enteremos.

Los lamentables hechos de la Copa Libertadores y los, no menos lamentables, enfrentamientos de Boca con la Liga Profesional  pusieron a la vista de todos nosotros  a varios juveniles con muchas condiciones para llegar a primera. 

Evitaremos hacer nombres propios, pero todos vimos chicos con gran futuro. 

La anterior dirigencia inflará el pecho diciendo que fueron formados en su gestión. Parte de razón pueden tener pero, de ser así, debería dar explicaciones de por qué muy pocos chicos llegaban a primera y, sobre todo, por qué se incorporaron alrededor de ochenta jugadores en sus dos gestiones.

La actual dirigencia inflará el pecho diciendo que son ellos los que los promueven. Parte de razón tienen pero entonces ¿para qué Briasco? ¿para qué Rolón? ¿para qué Orsini? ¿para qué Advíncula? ¿para qué Ramirez? Para el torneo local no hacen falta ninguno de ellos.

Lo concreto es los pibes de Boca nos dejaron sobradamente satisfechos y muy ilusionados con su fútbol y con su entrega, en algunos casos muy superiores a los habituales titulares.

Ahora están a la vista. Millones de boquenses fuimos testigos de lo que por mucho tiempo se escondió. Hay recambio de sobra; hay futuro

Los titulares, tampoco vamos a hacer nombres propios, deberían haber tomado nota de que los hinchas sabemos quién está esperando detrás de cada uno de ellos, aunque les falte madurar para llegar a primera. Entonces la paciencia y tolerancia ya no será la misma. Un par ya lo vivieron y lo sufrieron en carne propia.

Pero no sólo hablamos de individualidades; el equipo presentado mostró un juego asociado de mucha calidad; movilidad, desmarques, desbordes, cambios de frente, una verticalidad que no estamos acostumbrados a ver.

No sólo los jugadores deben entender que hay otros, muy buenos, pidiendo pista: también hay un cuerpo técnico a la altura de las circunstancias.

Por RICARDO BÁLSAMO

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