Cada 3 de Abril, nos hacemos la misma pregunta: Esteban Baglietto, Santiago Sana, Alfredo Scarpatti, y los hermanos Juan y Teodoro Farenga, ¿habrán imaginado en ese lejano 1905 que estaban dando el puntapié inicial del Club Más Grande del Mundo?
Lo pudieron soñar cuando tuvieron que reunirse en la Plaza Solís porque la madre de Baglietto los echó de la casa por el alboroto que armaban. O ese lunes 3 de Abril en casa de los Farenga, ¿se habrá imaginado Baglietto que estaba asumiendo como el primer Presidente de un Club que 119 años después iba a ser el que más títulos internacionales tendría a nivel mundial?
Que difícil que se nos hace ponernos en la cabeza de esos 5 pibes… Después de ellos, vinieron nuestros abuelos, nuestros padres, y cada uno desde su lugar fue ayudando a construir este coloso en el que se convirtió Boca Juniors. TODOS trabajaron con un UNICO OBJETIVO: la grandeza de Nuestro Club.
No había diferencias de posición económica, de raza, de religión ni de ideología política, cuando lo que estaba en juego era el interés común de la Institución. Privilegiaron el interés colectivo por sobre el interés personal. Y más aún cuando la historia nos muestra que desde sus orígenes, Boca fue creciendo en un Barrio humilde, de trabajadores, y que a partir de ahí se amplió su masa de seguidores, básicamente entre los sectores populares. SIEMPRE ESTUVO BOCA SOBRE TODO Y SOBRE TODOS…
Pero… algunos dicen que “todo cambia”. Y en base a supuestos paradigmas de modernidad, nos quieren hacer creer que hay que “evolucionar”. Y apoyados en fastuosas campañas marketineras y con la complicidad de los medios de comunicación, atrás de esa “evolución” esconden intereses que se encuentran en las antípodas de lo que, desde siempre, representó Boca.
Se cambia el espíritu colectivo por el individual, desechan el interés social por el interés económico, se olvidan del ayer para sacar provecho del hoy sin importarles el mañana. Así vemos que para “algunos” era más importante tener un escuelita de fútbol en Nueva York, que abrirles las puertas del Club a los pibes del Barrio que no pueden pagar una cuota social; recibir cientos de turistas los días de partidos mientras miles de Hinchas no tienen acceso a una entrada; construir un estadio “como los del primer mundo (?)” despreciando Nuestra Bombonera, la que es admirada por gente de todo el planeta; resignar los colores de Nuestra camiseta a cambio de dinero proveniente de un contrato “fantasma” que se esconde a los Socios; eliminar un natatorio que para mucha gente del Barrio fue y es su único lugar de veraneo, para hacer cocheras destinadas a los poseedores de plateas preferenciales o palcos vips; maltratar a los ídolos del Club por rencores personales de algunos personajes.
Que difícil que se nos hace ponernos en la cabeza de esos 5 pibes… Ellos, seguramente, no imaginaban esas “modernidades” que pretendieron instalar “los que estaban preparados” para conducir el Club.
Queremos recordar en este día a gente como Juan Brichetto, quien en los difíciles momentos iniciales del Club, el que era sostenido a pulmón y trabajo por los Vecinos, tuvo muchos gestos para con los jóvenes entusiastas brindando aportes de materiales para el cuidado y armado de los primeros campos de juego, e inclusive otorgó ayuda económica, la cuál tenía como única condición, ser devuelta en los plazos que pudiera la flamante Institución y sin cobro de intereses. O el Dr. Camilo Cichero, quien no dudó en hipotecar su casa familiar como garantía de un crédito para iniciar la construcción de Nuestra Bombonera. O Don Antonio Alegre, quien en innumerables ocasiones, antes y durante su presidencia, aportó dinero para sobrellevar la difícil situación económica que atravesaba Nuestro Club en esos tiempos, y pasó sus últimos años con serios problemas económicos. Estos son algunos de los casos que se contraponen con otros que llegaron a inhibir a Boca por la no cancelación de aportes económicos que había realizado en momentos de crisis en Boca, llegando inclusive a auto abonarse intereses punitorios sobre dichos préstamos. U otros que ingresaron al Club como Diógenes el linyera, y salieron como Bill Gates…
Precisamente por todo eso, el trabajo realizado por nuestros antecesores, no hace más que aumentar nuestra responsabilidad presente para recuperar y engrandecer el Club para nuestros descendientes.
PORQUE A BOCA LO HACE GRANDE SU GENTE
PORQUE BOCA NUNCA VA A SER UNA SOCIEDAD ANÓNIMA
PORQUE BOCA ES NUESTRO