Los destacados del programa:

Martín Hererra con todas las novedades del fútbol profesional:

- "Ante Libertad entrará Silva por Fabra, que se fue a la selección, y Bou por Benedetto, quien se desgarró el bíceps".

Vanesa Raschella con todas las novedades en el futbol femenino.

- "Ayer se decidió que el nuevo torneo se jugará como el que terminó, es decir, con ronda de ida y vuelta".
- "Empezará el 15 de octubre y terminará en mayo de 2017. El campeón irá a la Libertadores 2017".
- "Lorena Benitez, jugadora de Boca, consiguió el tercer puesto en la Libertadores de Futsal con San Lorenzo".
- "Magalí Molina, que se recupera de su lesión en la rodilla, viene de mala racha y también se lesionó la mano izquierda".

Agustín Petrillo con todas las novedades del polideportivo

- "El futsal empató 3-3 con CASLA. Los goles los anotaron Flores, González y Amas. Con este resultado mantiene la punta".
- "Alamiro Vaporaki y Constantino Vaporaki fueron convocados a la Selección para el Mundial de Colombia".
- "En lucha, 5 xeneizes clasificaron al Sudamericano de Colombia: Rodriguez, Lipszyc, Mangieri, Llano y Gallardo".
- "El voley femenino venció 3-0 a River y 3-1 a SL. Son las nuevas líderes del Metropolitano. En la próxima reciben a Mupol".
- "El voley masculino venció por 3-1 a la UAI en el debut en la Copa Metropolitana. Próxima fecha: Velez de visitante".

Las novedades del básquet con Martín Marzolini

- "Mañana y pasado habrá amistosos contra Gimnasia de Comodoro Rivadavia":
- "Pedro Calderon finalmente pudo solucionar sus problemas y será parte del plantel".
- "La primera fecha va a ser el sá bado 24 de septiembre ante Obras en La Bombonerita".

Las novedades de inferiores por Jacqueline Vezzosi

- Fecha 13 de la Copa Campeonato: Tres victorias parciales vs Rafaela. La octava y la novena quedaron pendientes.
- 4º: Victoria 1-0 (Cabrera). Va 14 puntos.
- 5º: Victoria 1-0 (Mergen). Segunda victoria consecutiva. Lleva 30 unidades.
- 6º: Victoria 3-0 (Mancuso, Sánchez y Baiardino).
- 7º: Derrota 1-4 (Almendra).

Debate sobre la mesa sobre el cambio de carnet


La columna del Alberto "el Beto Mágico" Moreno - La mudanza a Wilde

Hay gente que nunca tiene identidad. O tiene que irse de donde está para encontrarla. Es el caso de riBer, incómodo en el barrio en el que nació, donde encima otro ya copaba la parada. Desencantado de su origen proletario, riBer se soñó siempre cajetilla. Así que se fue a la coqueta Avenida Alvear –hoy Libertador-, pero ahí le bajaron los sueños de niño rico de un hondazo. Así que se mudó a Núñez, donde, con el frío que llegaba del río, encontró su lugar en el mundo.

Pero claro, por suerte, no todos somos riBer. Algunos tenemos identidad. Una identidad tan marcada que se hace patente desde bien temprano. En 1913, Boca ascendió a Primera y se encontró con un pequeño problemita: la cancha que tenía en la Dársena Sur se asentaba sobre unos terrenos que en 1908 le había cedido provisoriamente el Gobierno Nacional, cuando Boca se afilió a la Asociación Argentina de Fútbol y requería una cancha que se ajustase a los requerimientos reglamentarios. El tema era que el Gobierno quería los terrenos de vuelta “para dar paso al progreso” y construir allí algo más importante que un field de fútbol. Así que de buenas a primeras, Boca tenía que hacer cancha nueva. No olvidemos que estamos en 1913 y el club tenía ocho años de vida: aún no poseía un estadio que lo identificase ni por antigüedad, ni por mística, ni por hazañas  llevadas a cabo en él. La cancha era eso mismo, el field, con una pequeña tribuna circunvalándola, y una casilla que hacía las veces de vestuario. Lo que tenía Boca, eso sí, aquello que lo identificaba hasta en el nombre, era el barrio. Boca era el más acabado exponente del barrio de la Boca, así que irse de La Boca no era opción. ¿O sí?

En 1913, como no había manera ni tiempo de resolver el inconveniente, Boca hizo de local en canchas ajenas. La más utilizada fue la de Estudiantes de Buenos Aires, que generosamente prestó su cancha de manera gratuita. Así que en 1913, el Xeneize jugó en las actuales Avenida del Libertador y Fray Justo Santa María de Oro. Pero claro, esta era una situación coyuntural. En el interín, Boca tenía que construir su cancha pensando en la temporada de 1914. Y fue así que en 1914, la nueva dirigencia, recién elegida en febrero de ese año, tomó algunas decisiones un tanto polémicas. Primero transfirió al ídolo máximo, Pedro Calomino, “el crá de la afición”. Calumín, el inventor de la bicicleta, se llevó su gambeta endiablada al club Hispano Argentino.

Y como para redondear anunciaron que iban a cortar por lo sano el temita de la cancha. Consiguieron un predio en Wilde por 200 pesos al mes de alquiler –la cuota de un socio era de 1 peso mensual- y Boca jugaría las primeras cuatro fechas de visitante para dar tiempo a armar la cancha. El contrato de alquiler con doña María Ignacia Eyzaguirre de Urquizú, dueña del terreno, era por diez años, así que –estaba claro- la idea de la directiva era irse por un buen tiempo… o para siempre. La cancha de Boca estaría a partir de ese momento en  las cercanías de la Estación “Wilde”, tras los rieles del ferrocarril, donde hoy se ubica la intersección de la calle Las Flores y el Acceso Sudeste.

La idea cayó pésimo de entrada. El hincha no estaba de ningún modo de acuerdo con una idea que representaba cortar de cuajo con la identidad xeneize. Está claro que no tenemos que pensar al Boca de ese entonces como el de hoy: era un equipo que debutaba en Primera, no tenía títulos y era desconocido a nivel nacional. Pero era el emblema del barrio, tenía 1500 socios, una descomunal cantidad para la época, y lo seguía un público que podía duplicar esa cifra. Una verdadera multitud que de pronto debía hacer todo tipo de malabares en los limitados medios de transporte de la época, para poder ir a ver a su amado Boca.

El club era de los socios y así lo hicieron sentir: como medida de protesta se dieron de baja 1200 de los 1500 asociados que tenía Boca. El club entró en crisis, la cual se trasladó al fútbol. En su primer año en Wilde terminó tercero, a ocho puntos del campeón Racing, pero con una marcada incapacidad de hacerse fuerte de local. La campaña de 1915 sería el punto de eclosión: a Boca le costó mucho hacer pie en un torneo de 21 equipos –se habían unificado la Asociación y la Federación Argentina de Fútbol- y terminó 14°. Perdió 7-0 con San Isidro, la peor derrota oficial de la historia, y de local hizo una campaña nefasta, con derrotas 6-0 con Racing y 2-0 con riBer entre las perlas negras. Boca estuvo a punto de descender –lo hacían los cuatro últimos- y se salvó en las últimas fechas, gracias a una remontada heroica. En sus dos años en Wilde, Boca disputó 17 encuentros, de los que ganó 5, empató igual cantidad, y perdió los 7 restantes. Convirtió 24 goles y le anotaron 27.

Estaba claro que lo de Wilde había sido una aventura nefasta, y por eso el nuevo presidente, Emilio Meincke, quien había sido elegido en enero de 1915, creó una comisión que debía buscar una locación en La Boca, para volver al barrio. Uno de los miembros de la comisión, Ludovico Dollenez, encontró un predio sobre Ministro Brin y Pérez Galdós, donde una fábrica de ladrillos tenía un galpón de almacenamiento. Las negociaciones fueron arduas, el terreno tenía 12 dueños y había que convencerlos a todos para que se pusieran de acuerdo. Pero finalmente, se logró el objetivo. Un 25 de mayo de 1916, en un amistoso contra Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, la barriada xeneize llenó la nueva cancha para recibir de vuelta al hijo pródigo al lugar del que nunca debió irse.

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